"No quiero ser esclava de mis pasiones, quiero vivirlas, sentirlas, disfrutarlas"

lunes, 27 de mayo de 2013

Conozco un lugar... 2ª parte

   (Este relato es una continuación del anterior con el mismo título no obstante se puede leer de forma independiente, que Uds, lo disfruten)


 Durante un rato permanecemos en silencio bajo un cielo de incontables estrellas alrededor de la luna, esfera de luz, me cobijo en su brazo y paso una pierna por encima de la suya entrelazándome con su cuerpo como si quisiera fundirme con él.

   Mi cabeza no para, ahora estoy recordando lo bueno que es Marc con el cunilingus, lo suyo es un trabajo de artesanía, realmente se esfuerza en complacer, con algunos hombres sientes que no lo hacen del todo a gusto pero con Marc nunca he tenido esa sensación, él disfruta, lame con destreza y dedicación.

   Empiezo a hacer ricitos con mis dedos en el vello de su pubis, acaricio su miembro, flácido ahora y sus testículos.

   Marc mira al cielo estrellado, o me levanta la cara empujando mi barbilla con sus dedos para besarme apasionadamente.

   Tus besos me ponen muy caliente—me dice.

   Yo estoy encendida como una candela—le contesto.

   Y salgo del saco sentándome cerca de su cara y abro mis piernas invitándole...

   Siento como Marc empieza a besarlo, rozando con sus labios el pequeño mechón de pelo que me dejo en el pubis y a continuación noto un leve roce en la piel suave como el polen de mis labios mayores depilados de esta misma tarde, el vello resta placer siempre he pensado que es porque se interpone entre la lengua y la piel, un cunilingus con el sexo depilado es sublime, un placer de otro mundo, desde que lo probé no quiero otra cosa...

   Ahora su lengua está intentando penetrar de forma lasciva entre los pliegues de los labios vaginales, al cabo de un momento sale del saco, me hace tumbarme y se instala entre mis muslos, colocando mis piernas por encima de sus hombros, me siento desnuda por completo, tremendamente abierta y vulnerable y sin embargo amada al máximo.  Me relajo y me dispongo a disfrutar de ese momento.

   Su lengua doblada formando una larga curva se mueve con lentitud, comienza en la base de mi espina dorsal. ¡Oh Dios! a mi cabeza llegan imágenes de otros encuentros con Marc y de como suele hacerlo...

   Después sigue lamiendo a lo largo del surco de las nalgas, deteniéndose en cada agujerito que encuentra para entrar profundamente todo lo que da de si la lengua, subiendo después para cosquillear la sensible piel de los labios y del clítoris que tiembla entre ellos.

   Al cabo de siete u ocho largas lamidas le sostengo la cabeza sobre mi clítoris, haciéndole concentrarse en eso y comienzo a subir y bajar las caderas, indicándole a él por la presión de las puntas de mis dedos sobre sus sienes que lama con más fuerza o más dulzura, más arriba o más abajo, más a la izquierda o más a la derecha, siento sus dedos en mi vagina, empujando hacia el interior más húmedo y adivino lo que va a hacer, poco después los saca y me introduce un dedo ensalivado por el ano, recuerdo cuánto me sorprendí la primera vez que me lo hizo y con cuánta facilidad me he acostumbrado a encontrar placer en ello.

   Mientras mis músculos comienzan a tensarse para el orgasmo pienso cuánto he echado de menos a Marc, mucho más de lo que yo misma he admitido, mi clítoris empieza a temblar como un árbol en medio de una tempestad, aligero mi mente en el principio del orgasmo, Marc sabiendo que eso me gusta introduce su lengua profundamente en mi vagina mientras yo restriego con movimientos frenéticos mi sexo contra su cara.

   Y me dejo ir...

   Parece que no voy a acabar nunca, cada vez que las sensaciones aflojan la tensión introduce más el dedo en mi ano o me muerde los labios o me lame el clítoris y todo vuelve a comenzar hasta que ya por puro cansancio le digo...

   _Para por favor para, me matarás ya no me quedan energías...

   Él alza la cara de mi vagina y me baja las piernas hasta el suelo, se inclina sobre mi aguantado su peso sobre sus propias manos y me besa dulcemente, el olor de mi sexo impregna su barba, me giro rodando hasta quedar tendida de espaldas, estoy agotada, siento su mano abriéndome los labios y a continuación su pene abriéndose camino hacia mi interior, lo tiene durísimo pienso. ¡Oh Dios que placer!

   Marc empieza a entrar y salir lentamente al principio y después más aprisa, giro la cara, abro los ojos y encuentro los suyos contemplándome, después baja la cabeza y mira hacia abajo donde nuestros cuerpos se unen. Abre mucho los ojos y la boca al observar su miembro entrando y saliendo en mi vagina, veo la excitación en su cara, de pronto disminuye el tempo, penetrando más profundamente y recuerdo que suele hacer justo eso antes del clímax, le miro a esos ojos penetrantes.

   _Bésame mientras me corro_me dice. 

   Y baja sus labios con olor a sexo hasta los míos, meto la lengua en su boca, moviéndola lascivamente, me encanta el momento de su orgasmo, arquea la espalda, alza la cabeza y suelta un gemido como un animal salvaje y siento su miembro haciendo un esfuerzo supremo dentro de mi.

   Cuando todo ha terminado, baja la cabeza y besa mi cuello murmurando palabras que no puedo entender...

   Después de un minuto o dos suelta un suspiro de satisfacción, se pone de rodillas, me besa en la boca, a continuación los pechos y por último un beso cariñoso en mi sexo y se tiende rendido a mi lado.
   
   Me queda pendiente cabalgarle, pero también es cierto que tenemos toda la noche por delante y sino con las luces del alba, esto es sólo un aperitivo, sonrío picarona en la oscuridad...

  Automáticamente nos colocamos en la misma posición de siempre tras hacer el amor, yo cobijada en su musculoso brazo y con mi pierna sobre su cadera, cojo su pene flácido en mi mano que aún gotea y cierro los ojos. Marc bosteza y así nos quedamos aletargados, lamo su pezón con sabor salado a sudor, miro el cielo estrellado dando gracias por mi suerte y me quedo dormida.

5 comentarios:

  1. Que suerte tuvo Marc de tenerte rn ese momento; yo he pasado basrantes noches al raso, pero me limito a ver las estrellas. Buen relato!

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  2. Gracias Anónimo por leerme y por comentar, el lugar importa aunque no tanto, para una noche mágica lo mejor es estar con alguien con quien te sientes bien, con alguien a quien deseas.

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  3. Afortunado Marc. Pura acampada sexual. Así da gusto disfrutar de la naturaleza. Besos.

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  4. Estupendo relato. Suerte la que tuvo Marc,un beso y continua con mas historias

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  5. Buen relato, una gran noche bajo las estrellas

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